Un difícil adiós

Estoy muy agradecido con las personas que me rodean y me conocen. Esta semana Perdí a dos Tía – abuelas, como yo las denomino, que eran las hermanas de mi abuelita. Ya estaban mayores y su salud no estaba del todo en condiciones, pero nunca es bueno despedirse de esa forma de los seres queridos.

Sucede que un día falleció una de ellas, y la otra estaba en el hospital, yo no dormí esa noche pensando en cómo iría enfrentar la situación mi otra tía, ya que la que aún vivía, estaba internada casi inconsciente y vivió casi toda su vida al lado de ella. pensé en lo peor, mi corazón se afligía solo de imaginar cómo se iría dar la noticia, pero ya con sospechas que ella no duraría ese día.

Infelizmente, o, felizmente, acabó falleciendo horas después. hasta ahora no imagino cómo habría sido la difícil tarea de darle la noticia a cualquiera de ellas.

No sé si fue el destino o alguna fuerza superior queriendo evitar algo.

Todo esto me hace pensar, si la muerte no es un evento inducido por uno mismo, pues hay tantos relatos y casos donde una persona sobrevive a las peores adversidades y otras mueren a veces de tristeza, susto, o miedo. Este es un tema que es de total desconocimiento para mi en este momento, y me hace reflexionar sobre la pequeñez de la vida.

De cualquier forma, quiero dejar esto registrado.

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